Un atentado con bomba sacudió la tarde de este domingo la avenida comercial de Istiklal en el centro de Estambul. En una comparecencia extraordinaria, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, explicó que cuatro personas murieron en el lugar de los hechos y otras dos tras ser trasladadas al hospital. Además, afirmó que, por el momento, se han contado 53 heridos, y prometió que su Gobierno esclarecerá este “ataque traidor” y que la policía está trabajando en “atrapar a los culpables”.
Un vídeo publicado en Twitter muestra, desde la lejanía, el momento del incidente, que ocurrió a las 16:20 hora local (dos horas menos en la España peninsular). Tras la explosión, la deflagración se eleva varios metros sobre la multitud que en esos momentos transitaba por esta importante arteria comercial peatonal, muy visitada por los turistas y especialmente concurrida los fines de semana. Inmediatamente, se comenzaron a escuchar gritos y los presentes huyeron despavoridos.
Las televisiones turcas aseguraron que hay numerosos heridos y en algunas de las imágenes se perciben cuerpos tendidos en el suelo aparentemente sin vida. En vídeos grabados por testigos de los hechos y publicados en las redes sociales, se aprecian más de una decena de cuerpos tumbados en el pavimento, algunos siendo atendidos por otros viandantes, además personas heridas cubiertas de sangre.
Numerosas ambulancias se desplazaron a la avenida Istiklal para atender a los heridos y policías en vehículos blindados acordonaron la zona. La cadena Habertürk explicó que también han sido desplazados artificieros por temor a una segunda explosión. Un vídeo de una cámara de seguridad al que ha tenido acceso EL PAÍS, pero cuya procedencia no ha podido confirmar, capta el instante de la detonación en un lugar especialmente concurrido de la avenida, que parece proceder o bien de un macetero o de una persona que pasa por ahí en ese momento.
Apenas una hora después de la explosión, el Consejo Superior de Radiotelevisión (RTÜK) publicó una orden en la que se prohíbe a los medios locales dar imágenes del atentado o los heridos, así como informar sobre la investigación, las causas y el arresto de sospechosos “fuera de las declaraciones hechas por instituciones oficiales”. Esta medida se ha hecho muy común en la última década cada vez que en Turquía ocurría un hecho polémico, como atentados o accidentes graves. También se han registrado bloqueos parciales y lentitud de funcionamiento en numerosas plataformas como Twitter, YouTube o Instagram.
En marzo de 2016, un militante de Estado Islámico se hizo explotar en la misma avenida, matando a cuatro turistas e hiriendo a 36. También en esta zona se registraron la mayoría de la serie de ataques con camiones explosivos perpetrados por Al Qaeda los días 15 y 20 de noviembre de 2003, que dejaron 55 muertos y más de 700 heridos.
Fuente: elpais.com