Preocupación en el Core por falta de monitoreo de contaminación minera en cuenca de Alto Mañihuales 

●      Durante la sesión de enero se constató que a pesar de la importancia de generar conocimiento que permita prevenir la contaminación de cuencas y ríos, y en algunos casos recuperarlos, este tema no se ha asumido con fuerza.

●      El actual presidente de la comisión, Benjamín Infante, se comprometió a hacer seguimiento a este tema.

En el contexto de la aprobación del presupuesto del Centro de Investigación de Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) por parte del Consejo Regional de Aysén emergió con fuerza la contaminación de los ríos en la región En concreto, se debatió sobre los esfuerzos que se están realizando para monitorear la situación de los ríos Aysén, Mañihuales y El Toqui.

Este tema fue abordado en la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación, a principios de enero, durante la presentación de las acciones del CIEP.  En la ocasión, los consejeros consultaron sobre la labores que se han realizado al respecto, apuntando a que es necesario profundizar las investigaciones sobre el estado actual de las cuencas hidrográficas de Aysén, particularmente en términos del impacto de actividades productivas como la minería.

Fue el hoy ex consejero Manuel Curinao quien puso el tema en debate, recordando que ha denunciado reiteradamente la contaminación de estos afluentes.

«Veo la desgracia que está ocurriendo en la región.  No tenemos a nadie fiscalizando eso…. Allí se están tirando los residuos industriales líquidos al río.  En algún momento cuando pedimos ayuda al CIEP, con gente de Mañihuales más que nada ecologistas, se hicieron los análisis, pero nunca tuvimos los resultados porque no había dinero para analizar las aguas en su laboratorio y enviarlas fuera, tampoco», planteó.

Explicó que maneja información de que en las aguas de la zona, particularmente, en Alto Mañihuales, «hay arsénico, plomo, bismuto, cianuro y mercurio, que son todos metales pesados«, lo cual -indicó- ha generado graves problemas de salud en la población, incluyendo casos de cáncer y niveles alarmantes de metales pesados en la sangre de niños de apenas cuatro meses.

«Aquí no queda duda de que todos están en conocimiento: desde la Seremi de Salud, la Gobernación de Coyhaique, la Municipalidad de Coyhaique, la Municipalidad de Aysén, todos están en conocimiento.  Allá estuvo el senador Sandoval, pero cuando vio la cosa fea, arrancó y no volvió nunca más» dijo Manuel Curinao «Nosotros viajamos y nos rascamos con nuestras propias uñas. Aquí no hubo apoyo ni del gobierno, ni de las municipalidades, ni de nadie. Los campesinos del sector, que eran los más complicados, luchaban solos por sobrevivir» puntualizó.

El subdirector de Investigación del CIEP Brian Reid, quien ha trabajado en el monitoreo de la calidad del agua de los ríos y lagos de la región, confirmó la existencia de contaminación por metales pesados, aunque desde las empresas se ha intentado minimizar el problema.  «Lo que yo vi en una larga trayectoria de análisis de agua, es que de vez en cuando había niveles de arsénico, plomo y zinc por sobre de la norma. Pero cada vez que ocurría eso, la empresa decía que era algo espontáneo o que sucedía eventualmente. Pero si se reúnen los datos, se ve que en promedio ocurre bastantes veces que hay niveles de metales pesados por sobre la norma, en promedio a lo largo del tiempo» explicó Reid.

En aquella época fue Cristian López Montecinos, en calidad de gobernador de Coyhaique, uno de los articuladores de las mesas de trabajo que permitieron que la empresa minera El Toqui llegara a acuerdos, principalmente de tipo económicos, con las familias del sector.  Esto, en circunstancias que el Colegio Médico había constatado peligrosos niveles de contaminación en personas, ganado, suelo y agua por plomo, arsénico y mercurio.

Hoy, también en ámbitos relacionados con el sector minero, López ha sido ministro suplente en el Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta y ha concurrido con su firma a los últimos fallos favorables al proyecto minero portuario Dominga, en Coquimbo.

El actual presidente de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación, Benjamín Infante, expresó la necesidad de hacer seguimiento a este tema, por la importancia de generar conocimiento que permita prevenir la contaminación de cuencas y ríos, y en algunos casos de recuperarlos.  Esto, por la relevancia que tienen para la salud de las personas, las actividades productivas agrícolas y los propios ecosistemas.

«La ciencia debe servir a las personas. Por lo que investigar y establecer con veracidad qué está pasando en Alto Mañihuales es responsabilidad del Estado y particularmente de la Comisión de Ciencias de este Gobierno Regional» señaló Infante al respecto.

Desde Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén, en tanto, hicieron «un llamado urgente a todos los órganos del Estado con competencias en la materia, a dejar de actuar con desidia frente al constatado estado de daño ambiental causado por la operación de Minera El Toqui en general y su tranque de relaves Confluencia en particular» dijo al respecto el presidente de la organización, Erwin Sandoval. Agregó que «resulta inaceptable que, a más de una década, las denuncias interpuestas desde 2014 en adelante no hayan tenido una respuesta contundente de parte de la institucionalidad del Estado dirigida a la recuperación socio-ambiental de la zona«.

«Por el contrario, al abandono del Estado, se han sumado nuevos hitos de contaminación ambiental y daño a los habitantes locales: como el desborde del tranque de relaves Doña Rosa ocurrido, cuyos efectos e impactos ambientales aún no han sido sancionados, encontrándose en curso un nuevo procedimiento sancionatorio desde diciembre del año 2023» concluyó.