La Ley Lafkenche, aprobada en 2008 tras un arduo proceso de lucha y diálogo, resguarda los derechos consuetudinarios de los pueblos originarios en el borde costero chileno, permitiendo la administración sostenible e inclusiva de estos territorios por parte de las comunidades indígenas. A pesar de intentos por modificarla, la ley sigue siendo un pilar en la defensa de la cultura y el maritorio de los pueblos originarios, con un enfoque en la equidad y la responsabilidad transgeneracional.
Ley Lafkenche: Una historia de defensa del mar y la cultura originaria
En 2008, la promulgación de la Ley Lafkenche marcó un hito en la defensa de los derechos de los pueblos originarios en Chile. Esta normativa, que crea el Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios (ECMPO), permite a las comunidades indígenas administrar territorios marítimos donde tienen derechos consuetudinarios, asegurando la continuidad de sus tradiciones y el uso sostenible de los recursos naturales. «El objetivo es resguardar el uso consuetudinario de dichos espacios», destaca el artículo 3 de la norma, subrayando la importancia de mantener el uso comunitario entre las comunidades y otros actores del borde costero en su artículo 11
La Ley Lafkenche surgió como una respuesta a las concesiones industriales que, desde 1992, con la Ley de Pesca y Acuicultura, habían marginado a los pueblos originarios y pescadores artesanales. Este marco legal había otorgado el libre acceso a la actividad industrial pesquera sin considerar a los pueblos originarios, lo que generó una crítica hacia la explotación privada de los recursos marinos.
Adolfo Millabur, dirigente lafkenche, exalcalde de Tirúa y ex convencional constituyente, explicó que «la ley permite que se sienten todos los actores, incluidas las comunidades mapuches, a pensar de qué manera se le da un uso sustentable, razonable y sobre todo con responsabilidad transgeneracional que hoy no existe», en conversación con el portal Sabes.cl, en marzo de este 2024.
«Hoy cada uno hace lo que le parece y no le preguntan a nadie – agregó – no hay ningún ordenamiento en el litoral y esta ley lo que permite es hacer un esfuerzo para que todos los actores se pongan de acuerdo en un plan de administración donde todos tengan sus derechos garantizados, no es excluyente. No es como la ley de pesca donde el que tiene mantiene, donde pocos tienen derecho a la pesca. Esta ley dice que todos tienen derecho a bajar a tomar agua al pozo por lo tanto se incluye a todos, pero como algunos no quieren que todos tengan derechos se quieren mantener con los privilegios y han instalado eficientemente un relato distorsionado» finalizó Millabur a Sabes.cl.
El camino hacia la Ley Lafkenche no fue fácil. El proyecto de ley, impulsado por comunidades indígenas mapuche costeras (lafquenches) y presentada en 2005 durante el gobierno de Ricardo Lagos, el que fue aprobado en 2008 bajo el mandato de Michelle Bachelet. Su relevancia fue tal que, en 2021, el gobierno de Sebastián Piñera la destacó ante un comité de derechos humanos de Naciones Unidas, subrayando su valor en la protección de los derechos de los pueblos originarios, como un avance del Estado chileno en materia de igualdad y lucha contra la discriminación.
Mujeres de comunidades de diversos pueblos como Diaguita, Chango, Mapuche Lafkenche y Kawesqar, han sido fundamentales en la defensa de esta ley. En marzo de 2024, reunidas en Pu Wapi Quinchao, reafirmaron su rechazo categórico a cualquier intento de modificación de la ley, declarando que «este intento de modificación va en contra del ejercicio de los usos consuetudinarios que son realizados mayoritariamente por mujeres en los espacio costero-marinos». Además, subrayaron que la ley es crucial para la participación de las mujeres en la gobernanza de estos territorios.
En septiembre del 2023, La Red de Mujeres Originarias por la Defensa del Mar compartió un boletín informativo que incluía una entrevista a Pérsida Cheuqueano Aillapán, destacada dirigenta Lafkenche que cumplió un importante rol durante el proceso de formulación de la denominada «Ley Lafkenche», quien ha enfatizado la importancia de la ley en la protección de los territorios ancestrales y la conservación de la mar como un ser vivo. «La mar no es solo un recurso para nosotras, es un ser vivo que nos sustenta y al cual debemos proteger con toda nuestra fuerza», sostuvo Cheuquenao, subrayando que la ley es más que un instrumento jurídico, es un triunfo colectivo que refleja la resistencia y sabiduría de las comunidades, señalando también qué: «»El respeto por la naturaleza y la mar es fundamental en nuestra cultura; no podemos permitir que los intereses económicos destruyan lo que nos da vida»,».
En el ámbito de la formación y el fortalecimiento de las comunidades indígenas, la Universidad Austral de Chile, a través de su Programa Austral Patagonia, coordinó cursos como el realizado en julio de 2023 en Puerto Montt. En ese espacio, Adolfo Millabur resaltó la importancia de conceptos como el itrofilmognen, que significa «todas las formas de vida» y refleja la interdependencia de todos los seres vivos. Millabur cuestionó la lógica occidental de «cuidar la naturaleza» desde una perspectiva paternalista, afirmando que » El mapuche dice respetar la naturaleza: respetar los ciclos de vida, respetar a los otros como un otro con vida, el mar tiene vida. No son cosas, pero la lógica occidental dice «la cosa». Entonces ahí hay una contradicción. Es bueno comenzar a conceptualizar desde el respeto. Cuando uno empieza a respetar al otro, ya sea persona, sea pez, sea mar, sea todo lo que tiene vida, consigo viene el cuidado. Yo creo que hay que respetar el ciclo de vida, lo que hay ahí y, por cierto, con ello viene el equilibrio», sostuvo Millabur en dicho espacio.
El mensaje presidencial que impulsó la ley en 2005, encabezado por Ricardo Lagos, reconoció que «los Mapuche lafkenche, han habitado ancestralmente el territorio del borde costero de la VIII, IX y X regiones», y que su forma de vida no había sido reconocida por el ordenamiento jurídico chileno. Este reconocimiento fue esencial para la creación de una figura legal que no genere conflictos con otros usuarios del borde costero, asegurando la coexistencia pacífica y equitativa de todas las partes involucradas.
A pesar de los intentos recientes por modificar la Ley Lafkenche, comunidades indígenas y sus líderes han mantenido una postura firme en su defensa. La unidad y organización entre mujeres mapuche lafkenche, como destaca Cheuquenao, han sido clave para garantizar que «nuestras voces sean escuchadas y respetadas en la defensa de nuestros derechos».
Apoyo transversal: Hito histórico
En el marco de las discusiones legislativas previo a la aprobación de la denominada Ley Lafkenche, hubo diversos pronunciamientos de distintas bancadas políticas, cuyos registros están plasmados en la historia legislativa de dicha norma.
En la Cámara de Diputados y Diputadas, en aquel entonces, diputado Fidel Espinoza (hoy senador del Partido Socialista), señalaba: «En cuanto al proyecto que analizamos, quiero señalar que es de enorme relevancia para el desarrollo de nuestras comunidades indígenas y ha generado un consenso para aprobarlo unánimemente, al cual hemos confluido todos los partidos políticos, desde la UDI al Partido Socialista».
El ex senador PPD, Roberto Muñoz Barra, manifestó durante dicha discusión, de manera previa a su votación: «Señor Presidente, estamos llenando un gran vacío legal y estableciendo una relación jurídica entre los pueblos originarios y los recursos costeros, que son esenciales para la subsistencia. Debo subrayar, entonces, la importancia de esta iniciativa legal, que a mi juicio será apoyada transversalmente, ya que en la Cámara de Diputados tuvo un enfoque similar».
También resaltó Muñoz Barra: «en esta breve intervención -que hago también en representación de mi correligionario el Senador señor Girardi – quiero decir que el proyecto constituye una gran defensa del patrimonio cultural, social y económico de las tierras, agua y mar de las comunidades mencionadas».
El ex senador UDI y exministro del gobierno de Sebastián Piñera, Víctor Pérez Varela, indicó en dicha ocasión: «deseo iniciar mis palabras anunciando que, al igual que en la Cámara de Diputados, votaré a favor de esta iniciativa, puesto que claramente lo que falta en nuestro ordenamiento jurídico es una regulación adecuada de actividades desarrolladas durante mucho tiempo en comunidades que tienen derechos respecto de aspectos esenciales de lo que hoy día denominamos aquí «borde costero».
En aquel entonces, Ministro Secretario general de la Presidencia del Gobierno de Michelle Bachelet y actual embajador, José Antonio Viera Gallo, exponía ante los senadores: «Pienso que se ha logrado un equilibrio jurídico adecuado entre los derechos de las comunidades indígenas y los que pueden corresponder a otras entidades, en cuanto al uso de la costa. No hay ninguna vulneración de principios contenidos en el Código Civil, como el libre acceso a las playas, sino simplemente una participación debida, legítima, de los pueblos originarios respecto del borde costero, con el cual han mantenido una relación ancestral».
El ex senador del Partido Radical Social Demócrata, Guillermo Vásquez, afirmaba: «Dentro de ese concepto, de carácter general, concurriré con mi voto favorable al proyecto, porque lo considero indispensable no sólo para el desarrollo productivo, sino también para el reconocimiento cultural y ancestral, incluido lo ceremonial y religioso, de los pueblos originarios que habitan el borde costero».
El ex senador del Partido Socialista, Camilo Escalona, afirmaba: «la iniciativa tiene un profundo sentido democrático, en cuanto recoge una sentida aspiración, expresada en múltiples encuentros, reuniones y manifestaciones llevadas a cabo por las organizaciones de base, las que con su empuje y esfuerzo posibilitaron una articulación desde la Octava hasta la Décima Regiones, abarcando varios centenares de kilómetros, en condiciones climáticas y geográficas muy difíciles, con el objeto de hacer presente al sistema político -Gobierno y Congreso Nacional- la necesidad de encontrar una justa solución, la cual se refleja en el presente proyecto, que cumple con el propósito de dar cuenta de una situación de conflictividad que se debe evitar».
El exsenador Udi y exministro en el primer Gobierno de Sebastián Piñera, Pablo Longueira, indicaba en el Congreso como legislador: «Voy a concurrir con mi voto favorable -y gustosamente- a aprobar en general el proyecto, como ya lo hice en la Comisión, porque creo que, mientras más personas en Chile sean propietarias y gocen de derechos, más capacidad tendrán para progresar, surgir y conservar sus costumbres y tradiciones (…) La iniciativa apunta precisamente en esa dirección (…) Además, se resguardan diversos derechos otorgados a comunidades de pescadores artesanales con anterioridad. Así, el proyecto evita un grado mayor de conflicto«.
La Ley fue publicada en enero del 2008, durante el primer gobierno de Michelle Bachelet y el Reglamento de la ley fue publicado el año 2009, mientras que el primer ECMPO: espacio costero marino de pueblos originarios fue implementado el año 2015 en la región de Los Lagos.
El año 2021, se lanzó el documental: «Lafken, la historia de su ley», realizado por la Fundación Superación de la Pobreza – SERVICIO PAÍS, que recoge en buena parte dicho proceso, desde la perspectiva de las comunidades: