Momentos de gran alegría y emoción se vivieron el pasado jueves en Puerto Ingeniero Ibáñez, cuando diez familias de la localidad recibieron las llaves de su casa propia en una ceremonia que contó con la participación de autoridades regionales y comunales, además de vecinos y familiares de los beneficiarios.
Los felices propietarios forman parte del proyecto habitacional “El Salto”, el cual está conformado por 16 familias de Puerto Ibáñez, seis de las cuales desde hace algunas semanas ya estaban habitando sus nuevos hogares. Se trata de un proyecto muy sentido que partió en 2017 bajo el alero de la oficina de vivienda municipal, pero que más adelante fue tomado por la Entidad de Gestión Rural de Alejandro Figueroa, dando vida a las 16 viviendas en terrenos aportados por el Serviu y con financiamiento del Programa de Habitabilidad Rural del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, más los ahorros de los mismos vecinos.
Tal como expresó la Seremi de Vivienda, Paulina Ruz, se trató de una ceremonia que tiene un gran significado, ya que es señal de que el Plan de Emergencia Habitacional del Gobierno sigue avanzando y llega a todos los territorios. “Sin embargo, hay una meta que va más allá, que es ver las sonrisas de las familias cuando son dueños de su vivienda propia. En el caso de Puerto Ibáñez estamos innovando bastante, ya que es una modalidad de pequeños condominios, con viviendas de gran superficie y donde hacen vida comunitaria, ya que están como vecinos en diferentes paños de terreno dentro de la localidad. Hablamos siempre de que el Ministerio de Vivienda es la casa de todas y de todos, y eso significa que podemos mejorar su vida con este tipo de iniciativas, lo que se complementa con pertinencia territorial, con acondicionamiento térmico y una localidad cada vez más bonita”, indicó.
También el alcalde de la comuna, Juan Saldivia, se mostró feliz por las vecinas y vecinos de Puerto Ibáñez, por las madres, los adultos mayores y los jóvenes que están iniciando una nueva vida. “Hoy se les ha entregado las llaves de su vivienda, donde van a poder proyectarse, soñar juntos. Es una alegría que compartimos con ellos y agradecemos todas las gestiones que se pudieron hacer a través del Minvu y del Serviu, porque en realidad necesitábamos ese apoyo para poder llegar a buen término Así que tremendamente agradecido y feliz por nuestras vecinas y vecinos de la localidad”, afirmó.
En representación de los nuevos propietarios, la vecina Pía Reyes, se mostró muy feliz por llegar al final del camino, a pesar de las dificultades que tuvieron que superar durante el desarrollo del proceso. “Es algo que estábamos esperando desde hace como siete años y con la llamada hace un par de días de parte de la Seremi nos sentimos, felices, contentos. Fue un camino largo, tuvimos varios problemas entre medio, pero hoy estamos muy contentos de dar término a este proceso que vivimos tanto tiempo. Hoy estamos ya todas las familias a minutos de cambiarnos a nuestra casa propia, así que agradecer a la Seremi Paulina, a algunos concejales, algunas autoridades que estuvieron también en este proceso que hoy día podemos culminar gracias a la paciencia y la perseverancia, así que muy feliz”, precisó.
También Fernando Quintul del grupo “El Salto II” se mostró agradecido y emocionado al vivir un momento tan especial para su vida y su familia. “Es difícil explicarlo en palabras, la verdad es una emoción, alegría. Fueron momentos de mucha espera, difícil, complicado, nuestro proyecto, pero gracias a Dios hoy día ya estamos recibiendo nuestras llaves y como comentaba antes, más que una estructura, es donde vamos a poder vivir nuestra vida, con nuestra familia, forjar nuestros sueños, nuestro futuro. Así que demasiado contento”, afirmó.
Las viviendas del proyecto habitacional El Salto son de un piso, y cuentan con una superficie habitable que en promedio alcanza los 48 m², incluyendo la opción de ampliar a otros 14,4 m² más. Son viviendas que están equipadas con cierres perimetrales y acceso a áreas verdes, lo que contribuye a un entorno seguro y saludable para las familias. El proyecto fue ejecutado por la empresa Maquinarias y Construcciones Garcés SPA, con una inversión total que superó los 900 millones de pesos.