Variadas son las iniciativas que ha puesto en marcha el MinCiencia, todas ellas con un objetivo claro: poner la ciencia al servicio del desarrollo del país, para que éste sea más sostenible e inclusivo.
Esta semana se cumplieron tres años del Gobierno del Presidente Gabriel Boric, una administración que se ha preocupado por fortalecer el sistema de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación (CTCI) diseñando instrumentos que le permitan a las instituciones generadoras de conocimiento hacer más y mejor investigación desde una perspectiva integral de desarrollo económico y sociocultural, con impacto en la calidad de vida de todas y todos.
En este contexto se destaca el Programa de Financiamiento Estructural de Investigación, Desarrollo e Innovación para las Universidades (FIU), que cumple con uno de los compromisos del mandatario con las instituciones de Educación Superior, al asegurar fondos estructurales para investigaciones relevantes a nivel regional y mundial, complementando el modelo de financiamiento por proyecto y orientando los recursos a necesidades territoriales, impulsando la creación de conocimientos y tecnologías aplicadas en todo Chile.
Según indicó la seremi de Ciencia, Verónica Vallejos, en su primer llamado (2024) las universidades de Magallanes y de Aysén recibieron financiamiento del FIU línea Territorial por un monto de $100 millones cada una, el que les permitirá «definir qué áreas quieren fortalecer, hacer un diagnóstico de sus capacidades y brechas institucionales, y diseñar un plan de investigación de largo plazo para disminuirlas, con la mirada de impulso territorial».
El capital humano también ha sido tema de interés y, conscientes de la precariedad laboral que por años han vivido las y los trabajadores del área de la CTCI, el MinCiencia lideró diversas instancias para conocer su realidad y buscar medidas concretas para mejorar sus condiciones laborales, de esta manera nace la Agenda Mejor Trabajo en Investigación (MTI), la que establece un marco y planes de acción que consideran la igualdad de género en las instituciones públicas y privadas asociadas al sector, el trabajo decente y salarios justos, la conciliación de la vida laboral, personal y familiar, entre otras.
Además, durante este periodo han tomado un rol relevante las investigaciones en las áreas de las Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (HACS), las cuales aportan al desarrollo del pensamiento crítico, el fortalecimiento de la democracia y la generación de políticas públicas que beneficien a la población y, para conocer el estado de estos conocimientos en el territorio nacional, el ministerio presentó la primera Radiografía HACS que, en palabras de la autoridad macrozonal «entrega datos y estadísticas que proporcionan una visión panorámica de la presencia actual de estos conocimientos en el país, destacando dimensiones institucionales, tales como programas de formación, empleabilidad, inversión pública en capacidades de investigación y desarrollo, entre otros. Con la información que nos proporciona la radiografía también buscamos generar instrumentos que fortalezcan estas áreas del conocimiento, tan útiles para la innovación social y cultural, y buscamos instar que a nivel regional se fortalezca la formación especializada de talentos en las áreas HACS».
Con el objetivo de consolidar a Chile como un hub tecnológico en América Latina, se redactó el Plan Nacional de Data Centers, que establece lineamientos y medidas para crear un entorno que permita acelerar las inversiones en esta industria -que en los últimos años ha experimentado un aumento acelerado-, pero garantizando su sustentabilidad en términos de consumo energético e hídrico, soportado en acuerdos entre el Estado y el sector privado, con foco en el despliegue de nuevas tecnologías de datos y con una mirada descentralizadora.
Por otra parte, debido al impacto que está teniendo la Inteligencia Artificial (IA) en la sociedad, el MinCiencia decidió tomar protagonismo y actualizó su Política de IA (la primera versión se publicó en 2021), con el foco puesto en fortalecer la gobernanza y la ética en su desarrollo y aplicación, promoviendo un desarrollo inclusivo y sostenible. «Como parte de las temáticas relevantes la nueva versión contempla la consideración de bases curriculares para abordar la IA desde la etapa preescolar, la formación de nuevos talentos, un catastro de infraestructura tecnológica, la capacitación de la ciudadanía y la evaluación de su impacto en la cultura. Para la actualización se consideró la opinión de las personas mediante un proceso de participación ciudadana», señaló la seremi.
A tres años de Gobierno, Verónica Vallejos comentó que «éstas son algunas de las acciones que como ministerio y seremi hemos realizado para fortalecer el ecosistema CTCI. Aún nos queda un año de gobierno, y vamos a trabajar hasta el último día contribuyendo a que los conocimientos que se generan en los territorios vayan en beneficio de las personas y que, además, aporten al desarrollo económico y sostenible de nuestras regiones y del país».