La explotación permisiva de recursos naturales continúa amenazando la sostenibilidad de los mares en el sur de Chile.
El paradigma de explotación en Chile: degradación ambiental y necesidad de cambio.
El comportamiento permisivo hacia la explotación de recursos naturales en Chile ha llevado a una crisis ecológica. Académica especialista en geografía económica y ecología política de la Universidad de Chile resalta que la naturaleza se considera un recurso económico explotable, lo que ha llevado a leyes que permiten la explotación bajo condiciones «sustentables».
Tras la crisis del virus ISA, la industria salmonera se expandió a regiones como Aysén y Magallanes, buscando evitar brotes y aumentar la producción, lo que es explicado por profesional y dirigente chilote.
Explotación permisiva de recursos naturales en Chile: el caso salmonero
Beatriz Bustos, Doctora en Geografía y Máster en Administración Pública de la U. de Syracuse, Magíster en Antropología y Desarrollo de la Universidad de Chile, señala al respecto: «Para el Estado de Chile, la naturaleza a lo largo de todo el país, históricamente, ha sido considerado un recurso económico que debe ser explotado, por tanto, es el deber del Estado y es la vocación de los privados el explotar y producir todo lo que se pueda, dentro de la ley».
Agrega Bustos: «Entonces, las leyes, sobre todo las ambientales y las que tienen que ver con la regulación de los ecosistemas, no buscan necesariamente proteger a los ecosistemas sino que, permitir la explotación económica de esos recursos económicos en condiciones que sean sustentables, es decir, que le den viabilidad en el tiempo a la producción basada en la naturaleza, cuidando criterios y parámetros mínimos de conservación ecológica».
La investigadora académica se pregunta: «Entonces ¿Por qué no hay moratorias (a la industria salmonera)? porque la naturaleza para el Estado de Chile es un recurso que debe ser explotado. Ahora, eso está cambiando no solo porque hay una mayor concientización de la necesidad de conservar la naturaleza e introducir criterios, planificación, sino que también porque el mismo cambio climático y la crisis ecológica que ha derivado en el deterioro de las condiciones productivas de las industrias como las salmoneras, obligan a tener mayor consideración a las condiciones ambientales al momento de producir«.
También comenta: «Entonces, como decía Álvaro Román, un profesor de la Universidad de los Lagos, se da la paradoja que una economía que se basa en la explotación de la naturaleza, en vez de cuidar su base para mantenerla a futuro, la está destruyendo«.
La expansión de la industria salmonera tras la crisis del virus ISA.
Beatriz Bustos señala: «Entonces, incluso para el sector privado, la respuesta que el Estado da a la interacción entre economía, explotación y naturaleza, es problemática. El resultado es que hay un aumento de la producción, incluso por sobre cifras de periodo pre ISA y parece que no aprendimos nada de lo que fueron las crisis del virus ISA o la crisis de la marea roja, pero la verdad es que, lo que se aprendió, es cómo encontrar soluciones a los impases y no como pensar y planificar el futuro de esos territorios y maritorio».
Por su parte, el geógrafo e integrante del Movimiento Defendamos Chiloé, Álvaro Montaña, explica: «Post crisis del virus ISA, desde el Estado, se fue configurando un reordenamiento de la actividad salmonera, mediante decretar moratoria (congelamiento de otorgar nuevas concesiones), para intentar corregir las malas prácticas que llevaron al estallido del virus, estableciéndose a la vez, corredores y zonas de manejo sanitario (barrios salmoneros). Sin embargo, en vez de verse frenada la actividad, que era lo que buscaba la medida, la producción de salmón creció explosivamente en biomasa después del año 2010. En la región de Los Lagos se ampliaron los centros de cultivo existentes, se le metieron más salmones al mismo espacio y en términos territoriales, la actividad salmonera tuvo una expansión en el periodo 2010 al 2020 en la región de Aysén y en el en el mismo periodo, sobre todo entre los años 2015 al presente, en la región de Magallanes, lo que causó finalmente un «trasladar» la actividad salmonera y sus graves impactos, llevando consigo pesticidas, antibióticos y antiparasitarios, además de la invasión de salmones escapados que se asilvestraron en aguas marinas de Aysén y Magallanes«.
El profesional chilote también resalta al respecto: «La industria decidió trasladarse de aguas saturadas, contaminadas (las de Chiloé), hacia aguas limpias (Aysén y Magallanes) y con ello evitar la propagación de enfermedades infecciosas, pero lo que ocurrió es que se diseminaron sus contaminantes en gran parte de la Patagonia chilena, incluyendo las áreas protegidas. En definitiva, se configuró una nueva geografía del salmón, donde las regiones de Aysén y Magallanes han pasado a ser protagonistas de una historia que jamás quisiéramos contar: la historia de cómo la industria salmonera chilena vulneró medidas tomadas por el Estado de Chile, encontrando en los aumentos de biomasa y apertura de centros en aguas que estaban aún prístinas, una manera de continuar el ecocidio, post crisis del virus ISA».
El mensaje de la actriz Leonor Varela al presidente Boric por la Reserva kawesqar
Tras recorrer el paradisíaco lugar de la Región de Magallanes hace unos meses, Leonor Varela comentó que, al regresar, vio «cómo dentro de esta reserva nacional hay una gran cantidad de salmoneras que están contaminando y perturbando un tesoro natural irremplazable«.
Al encontrarse con esta realidad, manifestó su adhesión a la demanda de comunidades de la zona: La reserva «debería ser declarada Parque Nacional, tal como lo han solicitado las comunidades Kawésqar al Gobierno«.
Ante esta situación envió la interrogante, «¿cómo en un lugar tan bello y puro se permite una industria tan contaminante? Ahí me di cuenta de que esta reserva no protege realmente la naturaleza».
Este mensaje, fue escrito por la actriz, al compartir un video de la reserva en su cuenta de Instagram.