Se trata de la Doctora Carmen Lucero Loaiza, mujer ancla en el tratamiento de los niños y niñas prematuros de Aysén, quien durante sus años de servicio ha atendido a cerca de 30 mil familias de la región.
“Mi hijo nació de 32 semanas. La experiencia de estar en la “Neo” fue muy triste en un principio, fue difícil, pero con todo el apoyo de las personas de la “Neo” fue más grato sobrellevar el hecho de tener a tu hijito en incubadora”, recuerda Jocelyne Ayancan, cuyo hijo, hoy de 7 años, fue parte de los cerca de 100 niños que anualmente nacen en estado de prematurez en el Hospital Regional Coyhaique.
Cada año en el mes de noviembre, se celebra el “Día internacional del niño prematuro”, efeméride que conmemora a todos los niños y niñas que nacen antes de las 37 semanas de edad gestacional, y que deben enfrentar un largo y complejo proceso de hospitalización en la Unidad de Paciente Crítico Neonatal (UCIN).
En el caso de la región de Aysén, alrededor del 10% de los recién nacidos son prematuros, y de éstos, cerca de un 3% corresponde a prematuros extremos, es decir, bebés nacidos antes de las 32 semanas de gestación y/o con un peso inferior a los 1.500 gramos. Bajo este contexto y como ya es tradición, la UCIN del Hospital Regional Coyhaique conmemoró el “Día Mundial del Prematuro”.
“El año 2022 en esta fecha, teníamos aproximadamente 10 prematuros extremos en la UCIN, es decir, bebés menores a las 30 semanas de gestación o con un peso inferior a mil gramos. Este año, a la fecha ya hemos atendido a casi 20 niños en esta condición, lo que ha implicado más exigencia, mayores estadías y mayor uso de todo nuestro equipamiento”, indicó la doctora Paula Sottovia, médico jefa de la UCIN del Hospital Regional Coyhaique.
En este contexto, la especialista destacó que durante este año la UCIN recibió un importante equipamiento, cuya inversión supera los $490 millones. Cunas neonatales (10), 2 reanimadores, 1 videolangoscopio digital, 1 ecocardiógrafo pediátrico de última tecnología, 1 monitor electroencefalógrafo neonatal, 1 manta de foto terapia y 1 equipo de detección auditiva combinada de emisiones otacústicas son parte de este proyecto de fortalecimiento de la UCIN, que permitirá entregar mayor seguridad y calidad en la atención de los pacientes más pequeños de la región de Aysén.
HOMENAJE A DOCTORA CARMEN LUCERO
Con más de 30 años en la región de Aysén, y tras 4 décadas de trayectoria profesional, fue reconocida en esta instancia la doctora Carmen Lucero Loaiza, médico pediatra quien desde su arribo al Hospital Regional Coyhaique, a fines de los años ’80, ha dedicado gran parte de su vida al tratamiento y seguimiento de los pacientes prematuros, atendiendo a cerca de 30 mil niños y niñas de la región nacidos con esta condición.
“Quisimos aprovechar esta oportunidad para resaltar y enaltecer la carrera de esta tremenda profesional, que está cumpliendo 40 años de vocación y entrega, que ha sido parte importantísima de la pediatría y la atención neonatológica en esta región”, indicó la médico jefe de la UCIN.
Conocida por su cercanía, compromiso con sus pacientes y como una fiel promotora en la importancia del apego y la lactancia materna para el desarrollo de las infancias, el trabajo de la Dra. Lucero también fue reconocido por sus pequeños pacientes, quienes hasta los 7 años de edad son parte del Policlínico de seguimiento de Niños Prematuros, lo que implica que las familias mantengan durante años una estrecha relación con su equipo médico.
“Fue una linda experiencia, porque la doctora Lucero es muy amable, muy de piel, así que la felicito y le doy las gracias por la hermosa labor que hace y que cumple acá con los niños prematuros. También quiero aprovechar de decirle a las mamitas que recién comienzan en este camino que sí se puede, mi hijito ya tiene 7 años y estoy muy orgullosa”, cuenta Jocelyne Ayancan.
Ante este sentido homenaje, la Dra. Carmen Lucero, acompañada de su marido, hijas y nietos, puso énfasis en la importancia de realizar tanto la labor clínica como familiar desde el amor, entendiendo que niños y niñas criados con amor y respeto, son a futuro personas íntegras y saludables.
“Todo lo bueno que podemos observar a nuestro alrededor, está hecho por amor. Yo he tratado de entregar mi conocimiento con mucho amor a todos los niños y niñas de la región de Aysén. El amor no es algo que tenga un precio o que se pueda pagar, ni siquiera un sueldo (oneroso o no) puede pagar el amor que se entrega en un trabajo exigente como este, para que un niño crezca sano y feliz. Mi experiencia ha sido maravillosa, el ver a un niño que tenía muy poca esperanza de vivir y que pueda realizar su vida bien, siendo un aporte a nuestra sociedad, es maravilloso. Con orgullo agradezco este reconocimiento”, sostuvo la Dra. Carmen Lucero.