Por Carlos Guajardo Castillo
Director Pedagogía en Educación General Básica UCEN
En educación están pasando cosas. Teniendo en cuenta algunas problemáticas como la ‘escases’ de profesores en las distintas regiones de Chile y la falta de interés por estudiar pedagogía, se suma una peligrosa desmotivación generalizada en el ejercicio, provocando un aumento de licencias médicas y hasta la deserción de aquellos docentes que simplemente, ya no pueden más.
Estamos a un mes para que los estudiantes de enseñanza media rindan por primera vez la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), que trae consigo una serie de cambios para la mejora y la equidad de tantos jóvenes que desean cursar una carrera universitaria. No olvidemos también la importancia de garantizar una educación universitaria gratuita, principalmente en sectores que no tienen la oportunidad de pagar una carrera profesional. Si fuera poco, están también los actos de violencia que persisten al interior de los colegios, lo que, mezclado con falta de infraestructura y condiciones mínimas para operar, las vuelven una verdadera bomba de tiempo.
Para ello, es crucial contar con un magisterio cooperativo y un ministerio empoderado, capaz de transmitir comunicacionalmente las proyecciones y políticas educativas; ser una entidad que no solo responda a lo ‘sectorial’, sino que, se involucre interdisciplinariamente con las demás áreas del saber: economía, salud, transporte, derechos humanos, etc. Las universidades también deben hacer lo suyo, acercándose mucho más a las escuelas y la sociedad civil, ya que es juntamente desde dicho escenario donde se pueden producir relevantes cambios.
Nunca es tarde para resarcir aquellos factores favorecedores y obstaculizadores entre todos y todas. Finalmente, así son los aprendizajes. La sociedad actual es compleja, y ante ello, se debe abordar de manera holística, y no fragmentada como siempre se nos ha enseñado.