En una solemne ceremonia realizada en salones de la Respetable Logia Perseverancia N°118 de Coyhaique, la Masonería homenajeó la labor que los bomberos realizan por el bienestar de la comunidad.
El reconocimiento fue entregado a Patricio Jacinto Lazo Rivera, quien recibió la Medalla «Germán Tenderini» de la Gran Logia de Chile, de manos del Venerable Maestro Joaquín Real Hermosilla.
Patricio Lazo Rivera ingresó a la institución bomberil en 1968, y se ha destacado en su carrera por más de 50 años de servicio como un hombre de dilatado compromiso en instituciones locales, funcionario público, deportista y empresario. Al interior de Bomberos cumplió responsablemente diversos cargos operativos y dirigenciales, entre ellos la función de Maquinista, labor que desarrolló prácticamente durante toda su vida operativa. Tempranamente también, fue nominado para ocupar cargos de responsabilidad, siendo en más de una oportunidad elegido Teniente, para luego ocupar el más alto cargo operativo de una compañía, el de Capitán. Junto a la intensa acción operativa en beneficio de la comunidad, cada uno de estos cargos le permitieron ser parte activa de la formación integral de varias generaciones de jóvenes bomberos, que hoy le reconocen como un sólido referente.
Además, en varias ocasiones, Patricio Lazo se desempeñó como Comandante y Superintendente, los más altos cargos que se pueden ejercer en un Cuerpo de Bomberos, siendo nominado -por consenso- de todos los cuerpos de bomberos de la Región de Aysén para asumir la Presidencia Regional de Bomberos en Aysén. Actualmente es Bombero Honorario de la 2ª Compañía de Coyhaique.
Joaquín Real Hermosilla, Venerable Maestro de la Respetable Logia Perseverancia N°118, enfatizó en la ocasión la cercanía histórica que la Gran Logia de Chile ha mantenido con Bomberos, ambas instituciones republicanas, que desde sus orígenes han cultivado y divulgado valores y principios como la solidaridad, la justicia y la fraternidad, en beneficio de sus semejantes y la ciudadanía. Asimismo, resaltó la relevante presencia de hermanos masones que han destacado como fundadores y como parte integrante de este voluntariado, surgido en 1851, historia de la cual forma parte el Querido Hermano Masón Germán Tenderini y Vacca, uno de los primeros mártires bomberiles del país, quien pereció en el incendio del Teatro Municipal de Santiago, en 1870.
La autoridad masónica concluyó relevando la nobleza que significa servir en forma voluntaria como una ética de servicio público.