Por Humberto Marín Leiva
director de Corfo Aysén
Hace un año, dimos un paso significativo en la historia del desarrollo regional: la puesta en marcha del Comité de Desarrollo Productivo Regional de Aysén (CDPR), una herramienta concreta de descentralización y gobernanza territorial. Este espacio, articulado entre Corfo, Sercotec, el Gobierno Regional y representantes del mundo público, privado y académico, ha sido clave para construir un nuevo modelo de desarrollo desde y para el territorio.
El CDPR de Aysén no es una iniciativa aislada, sino la expresión concreta de una política de Estado orientada a profundizar la descentralización y otorgar mayor poder a las regiones. En agosto de 2022, durante el Foro para la Descentralización realizado en Frutillar, el Presidente Gabriel Boric anunció un plan para transferir competencias estratégicas a los gobiernos regionales, abarcando más de 40 programas en ámbitos como desarrollo productivo, cultural y territorial. En ese contexto, se oficializó la conformación de los Comités de Desarrollo Productivo Regional en todo el país, proceso que concluyó recientemente con la instalación de los últimos comités en Magallanes, Arica y Parinacota, y Coquimbo. Esta transformación busca que las regiones cuenten con herramientas reales para planificar un desarrollo con autonomía, pertinencia y visión territorial.
Durante 2024, más de 400 personas emprendedoras, empresas y organizaciones recibieron apoyo a través del comité regional, con una inversión que superó los $1.900 millones. Pero más allá de los números, lo que realmente importa es el impacto: emprendimientos que nacen y se consolidan, nuevas redes de colaboración, oportunidades que se descentralizan y un ecosistema que comienza a creer en sus propias capacidades.
En Aysén, sabemos que el talento no tiene centro geográfico. La innovación no es patrimonio exclusivo de las grandes ciudades. Por el contrario, cuando se confía en el conocimiento local, los resultados son sostenibles y con identidad. Programas como Viraliza, Innova Región, Activa Inversión o Red de Proveedores, impulsados a través del CDPR, han mostrado que sí es posible generar valor desde lo rural, lo austral, lo diverso.
La gobernanza que hemos construido —y que seguiremos fortaleciendo— no responde a una lógica vertical, sino a la colaboración entre múltiples actores. Hoy, las decisiones estratégicas sobre la inversión pública en fomento productivo se toman en Aysén, con pertinencia territorial, participación y visión de futuro.
Porque descentralizar no es solo distribuir recursos; es también distribuir confianza. Es reconocer que desde regiones como la nuestra emergen ideas, soluciones y proyectos que pueden transformar realidades. El CDPR es una plataforma para esa transformación: un punto de encuentro donde se cruzan saberes, se alinean voluntades y se construye desarrollo con sentido.
En este primer aniversario, reafirmamos nuestro compromiso con una economía más inclusiva, resiliente y sostenible para Aysén. Una economía que pone en el centro a las personas, a sus territorios y a sus sueños. Porque aquí, en el extremo sur del mundo, también se vive el futuro.