- Esta medida forma parte del trabajo que está realizando el SAG para el desarrollo de una agricultura más sustentable, promoviendo prácticas que protejan la salud de las personas, los animales y el cuidado del medio ambiente.
El Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, informa que, debido a su alta peligrosidad para las personas, los animales y el medio ambiente, ha prohibido la fabricación, importación, distribución, venta, tenencia y uso de plaguicidas que contengan las sustancias activas Tributilestaño, Terbufós y Metoxicloro.
Cabe señalar que los compuestos Tributilestaño y Terbufós fueron incorporados al Anexo III del Convenio de Róterdam, mientras que el Metoxicloro se ha incorporado en el Anexo A del Convenio de Estocolmo, por ser considerados sustancias químicas de alto riesgo para las personas y el medio ambiente.
El Director Regional del SAG, Julio Cerda Cordero, destacó que “esta decisión forma parte del trabajo que ha desarrollado el Servicio en materia de plaguicidas, lo que nos permite avanzar hacia una agricultura más sustentable”.
Actualmente, ninguno de los plaguicidas elaborados con los ingredientes activos terbufós y metoxicloro cuenta con autorización vigente en Chile para su fabricación, importación, venta, tenencia ni aplicación.
En cuanto a los compuestos de tributilestaño, solo existe un producto autorizado por el SAG, cuyo nombre comercial es Protim S65. Sin embargo, según los registros de declaraciones de venta y de importaciones del Servicio, este plaguicida no ha sido comercializado ni importado desde 2019. A partir de ahora, su uso está prohibido en el país, y cualquier intento de venta o uso debe ser denunciado al SAG.
El SAG recuerda que todos los plaguicidas, incluso los de origen natural, pueden ser peligrosos si no se usan correctamente. Por ello, es obligatorio seguir las medidas de seguridad indicadas en las etiquetas, incluyendo el uso de elementos de protección personal al aplicarlos. Además, el SAG lleva adelante un estricto programa de fiscalización y capacitación para fomentar el correcto uso de estos químicos.
Así también, la comercialización de plaguicidas de uso agrícola en Chile siempre debe realizarse a través de canales formales, que corresponden a establecimientos que han comunicado su inicio de actividades ante el SAG e informan año a año los productos que venden y los volúmenes transados. De igual forma estos establecimientos son fiscalizados en forma periódica para verificar el cumplimiento de la normativa vigente.
Esta medida forma parte del trabajo que está realizando el SAG para el desarrollo de una agricultura más sustentable, promoviendo prácticas que protejan la salud de las personas, los animales y el cuidado del medio ambiente.