Desde el gremio del Comercio de Coyhaique, llamaron con urgencia a poner freno a la «caída libre» que vive la región y el impacto negativo para las familias y las Pymes.
La Región de Aysén continúa registrando una alarmante contracción económica, consolidándose como el territorio de peor desempeño del país por segundo trimestre consecutivo. Según los últimos datos del Banco Central, el Producto Interno Bruto (PIB) de Aysén cayó un 3,6% entre abril y junio de 2024, tras haber experimentado su baja aún más severa del 9,7% en el primer trimestre.
El Banco Central atribuyó esta caída principalmente al retroceso en el sector manufacturero, particularmente en la industria pesquera y acuícola, que han sido gravemente afectadas. A pesar de un leve aumento en los servicios, con un mayor gasto en restaurantes, hoteles y servicios personales, el consumo de bienes no durables, como alimentos y combustibles, no logró compensar el mal desempeño general. El consumo de hogares en Aysén apenas creció un 0,1%, reflejando una débil demanda interna.
«Estamos en una especie de ‘caída libre’ y no vemos acciones que apunten a frenar esta situación que -por meses- está afectando a las Pymes, pero aún más dramáticamente a las familias de la región. Por el contrario, en las últimas semanas hemos conocido, además, que desde el sector público la inversión regional en los primeros siete meses del año supera levemente el 13% de ejecución», comentó la presidenta de la Cámara de Comercio, Servicios, Industrias y Turismo de Coyhaique A.G., Daissy Mondelo.
La dirigente gremial llamó con urgencia a que las autoridades regionales y quienes tienen a cargo la conducción de las políticas económicas en la zona, asuman un rol activo en propiciar estrategias acorde a las demandas locales y lograr repuntar las cifras.
«Aysén, enfrenta hoy una creciente preocupación ante la falta de diversificación económica y la dependencia de sectores que están en declive, y ello plantea un desafío a todos los actores, pero urgentemente a las autoridades locales y nacionales de cara a la recuperación económica de la región», planteó Mondelo.
En el contraste nacional, las regiones del norte, como Tarapacá y Antofagasta, presentaron los mayores incrementos con un sólido crecimiento del 9,1%, impulsado por la minería y la generación eléctrica.