La intervención se realizó en el Hospital Regional Coyhaique (HRC) y fue liderada por profesionales del Hospital Clínico San Borja Arriarán (HCSBA) en conjunto con el equipo del único centro de alta complejidad de la región de Aysén.
Exitosa fue la primera cirugía de estimulación cerebral profunda a un paciente de Coyhaique diagnosticado con Parkinson.
La intervención, desde su génesis, se gestó como parte de un trabajo mancomunado entre equipos profesionales del Hospital Regional Coyhaique (HRC) y el Hospital Clínico San Borja Arriarán (HCSBA), hecho que constituyó todo un hito en la red asistencial aysenina por la complejidad de la cirugía y por convertirse en la intervención más austral del mundo de este tipo, corroborando que hay recurso humano, infraestructura y tecnología en la región de Aysén.
Una de las consecuencias positivas para los pacientes que reciben estas intervenciones es que ven incrementada su calidad de vida: disminuyen los temblores y la rigidez muscular además de recuperar la movilidad.
Es lo que declara Ulises Cabrera, paciente que reunió las condiciones para ser operado localmente, y que actualmente evoluciona bien de la cirugía, venía esperando la resolución después de dos años de estudios que validaron su aptitud para la compleja intervención, que manifestó toda su sorpresa y alegría de poder ser intervenido “fue una noticia inesperada, pero esperada. La expectativa es mejorarme un poco más, controlar la enfermedad y ser un poco más independiente”.
Valora también el hecho de haberse podido operar en la región “fue lo mejor porque estoy cerca de mi familia, no tengo que ir a Santiago a exponerlos. Estaba viajando cada tres meses para seguir en la lista de espera de la operación. Doy las gracias al Hospital Regional Coyhaique, y esperar y dar las esperanzas de que aquí también se pueden resolver este tipo de cirugías”.
Así lo destaca el Dr. Days Avaria, médico jefe de la Unidad de Neurocirugía del único centro hospitalario de alta complejidad de la red asistencial de Aysén, destacó que más allá de la compleja e inédita cirugía y su grado de dificultad, destacó “cuando uno correlaciona la cantidad de población regional, tener una región con 120 mil habitantes y que se hagan este tipo de prestaciones, es realmente una fortuna. No estamos detrás del desarrollo tecnológico. Acá se hacen cirugías que incluso han venido colegas a aprenderlas acá en Coyhaique para aplicarlas en sus hospitales en el norte del país”.
El enfermero coordinador del Programa Trastorno del Movimiento del HCSBA, Rodrigo Catalán, destacó al equipo médico del HRC y del trabajo en conjunto realizado por ambos establecimientos “fue evaluado y estudiado en Santiago por un equipo multidisciplinario. Tuvimos la oportunidad de operarlo acá, nos encontramos una grata sorpresa, con un equipo muy organizado, disciplinado. La cirugía salió excelente, pudimos cubrir todas las variables que consideramos que podían presentarse, por lo tanto, para nosotros la cirugía fue un éxito”.
Claudia Lazcano, neuróloga especialista en trastornos del movimiento del HCSBA y que fue parte de la intervención expresó que “son pacientes cuyos síntomas ya no responden a los medicamentos o que les provocan efectos adversos importantes, o que tienen movimientos involuntarios que definitivamente no se van a poder controlar a pesar de ajustar la medicación de la mejor posible. En ese caso hay pacientes que deberían postular a una terapia avanzada, la cirugía”.
¿En qué consiste la intervención de estimulación cerebral profunda?
David Aguirre, neurocirujano y jefe del Programa de Neuromodulación y Cirugía Funcional del HCSBA, que vino a realizar la intervención en conjunto con los profesionales del HRC “consiste en implantar electrodos dentro del cerebro para tratar ciertas enfermedades, en este caso tratamos a un paciente con la enfermedad de Parkinson de la región”.
Agregó que, “la cirugía duró 6 horas, es bien detallada y fue en vigilia, el paciente estaba despierto y queda con implante intracerebral que consiste en dos electrodos que van en el cerebro y eso con un cable va conectados a un generador de pulso, que es como un marcapasos”.
Más en detalle, el profesional indicó que “es una cirugía de extrema precisión, entonces una de las maneras de asegurarse que el electrodo esté ubicado donde tiene que ir, es probar la estimulación. Con don Ulises pudimos ver que tenía temblor en las manos y al prender el estimulador, vimos que el temblor se fue, eso habla de que quedó bien ubicado”, cerró el profesional.
Según estimaciones, en Chile viven alrededor de 30.000 personas con la enfermedad de Parkinson.